domingo, 22 de abril de 2007

NUEVO CINE, NUEVOS ACTORES, NUEVO PÚBLICO.

Ya que nuestro blog está dedicado a la renovación del cine en nuestro país desde mediados de los noventa, es justo y necesario que le prestemos atención a los nuevos actores de éxito que surgen en las pantallas españolas.

Lo primero que cabría resaltar es la apuesta por los jóvenes talentos, más que por el descubrimiento de veteranos en la sombra. Esto, desde luego, tiene de fondo una táctica comercial: hacer que la gente joven vaya a ver cine español. Se intenta crear un habito de consumo por parte de los jóvenes, quienes solían ser más reacios a las producciones nacionales y, pasados unos años, un poco de huella parece haber dejado en el público. De echo hoy es más fácil que una persona de veintiséis o treinta años vea una película española a que lo haga una de cincuenta.

Dejando a un lado esta táctica comercial, ¿quiénes son los actores que renuevan el público objetivo? A mediados de los noventa es posible que todo el país tuviese claro quien era el actor joven de moda, cualquier ciudadano de a pié con un mínimo de interés por el cine sabía que la respuesta era Eduardo Noriega. Tesis, Abre los ojos, Nadie conoce a nadie fueron algunos de los films protagonizados por el actor con enorme éxito entre el público. Otros de los actores que relevan el star system español
son Jordi Mollá, Juan Diego Botto, Fele Martínez, Lola Dueñas, Gustavo Salmerón, Elena Anaya, entre otros. A la hora de evaluar el trabajo de cada uno de ellos en cuestión de calidad interpretativa, para englobarlos a todos, se puede considerar que están más preparados para cine que generaciones anteriores, al igual que sucede con los directores del momento. Luego, a la hora de buscar interpretaciones brillantes para dejar a alguien con la boca abierta hay que buscar bien para encontrarte joyas, como Fele Martínez en Tesis. Pero, sin lugar a dudas, la figura del actor referente en lo que a calidad se refiere es Javier Barden, y es que, además de su talento a la hora de interpretar, su paso por el Actor’s Studio lo ha convertido en un actor admirado a nivel internacional.

Pero tras esta primera oleada de actores de principios de los 90, en 1997 llegaría a nuestras pantallas una de las series que más actores ha visto nacer, Al salir de clase.
Esta serie de Tele5 es considerada como la “Nueva cantera de actores españoles”, aunque 10 años después, este título ya ha caducado. Recordemos que de esta serie han salido actores como Hugo Silva, Diana Palazón, Fran Perea, Rodolfo Sancho, Sergio Peris Mencheta, Mariano Alameda, Alejo Sauras (todos ellos han continuado trabajando más en series de televisión o teatro), Lucía Jiménez, la pilladísima Elsa Pataki y Pilar López de Ayala, que con el Goya a mejor actriz por su papel en Juana la loca (2001), esta generación de actores se tomó un poco más en serio.

Respecto a la internacionalización de nuestros actores, hay que resaltar la fuerte tendencia que hay a saltar el charco. Penélope Cruz (nació como presentadora de la Quinta marcha, que no se nos olvide), Paz Vega (también fue actriz televisiva, “Menudo es mi padre”, “Más que amigos” o “7 vidas” que la lanzaría realmente al cine) o Jordi Mollá entre otros ya han incluido sus nombres en varias producciones de Hollywood, aunque bien es cierto que el mercado allí se lo encuentran bastante aparcelado. Hasta el punto de que Penélope ha tenido que dar el bombazo en Hollywood a través de la producción española de Almodóvar, Volver, para mostrar su valía como actriz.

Y como no hay dos sin tres, el cine no iba a ser menos y también ha tenido su tercera remesa de nuevos actores en los últimos 15 años. En 2000 con “El Bola” Juan José Ballestas inició esta nueva generación (que la podríamos denominar “la generación de los niños/adolescentes prodigios” ). Ganador de multitud de premios (Goya por “El bola”, Concha de plata del festival de San Sebastián por “7 vírgenes”…) se perfila como una de las grandes promesas de nuestro cine patrio (¿sustituto de Bardem?).
Pero no solamente está Ballestas, también nos podemos encontrar a la gran María Valverde, que con tan solo 20 años, ha protagonizado ya varias producciones internacionales como “Melissa P”, arriesgadísima película basada en el libro “Los 100 golpes”, “Los Borgias” , o La flaqueza del bolchevique” por la cual se llevaría el Goya a la mejor actriz revelación en 2003. Y no nos podemos olvidar de Verónica Echegui, que con tan solo dos películas “Yo soy la Juani” y “El menor de los males” por la cual se llevo la biznaga de plata a la actriz de reparto en el último festival de malaga y algún que otro proyecto como la segunda parte de en la Juani, “La Juani en Hollywood” se perfila como una de las grandes promesas de los últimos años.

Así pues, podemos decir que el panorama interpretativo nacional, ha tenido una fuerte renovación de actores con la aparición de los nuevos directores y de la llegada de las televisiones privadas y sus series, aunando sus fuerzas para despertar en interés del público por el audiovisual (cine y tv) español. Y, aunque podemos considerar que el objetivo no se ha logrado en gran escala, es cierto que algo ha funcionado .


Por cierto, y si quereis ver algunos nuevos actores malagueños en acción visita Interrumpidosfilms

sábado, 14 de abril de 2007

Gafas de pasta y pelo alborotado...




Isabel Coixet se inicio en el cine de la mano de su abuela que era taquillera y aunque estudio Historia en la Universidad de Barcelona, pronto supo que su verdadera vocación era la de contar historias. Robaba cintas para hacer cortos experimentales en la agencia de publicidad para la que trabajaba y pronto se convirtió en una de las grandes del mundo de la publicidad, dirigiendo anuncios por todo el mundo; ha sido directora creativa de la agencia JWT, fundadora y directora creativa de la agencia Target y la productora Eddie Saeta, obteniendo los más prestigiosos premios por sus trabajos en este campo. Entre sus clientes publicitarios figuran Telecomunicaciones Británicas, Ford, Danone, BMW, Ikea, Evax, Renault, Mc Donalds,…

Su salto a la gran pantalla lo hizo en 1988 con "Demasiado viejo para morir joven", con la que consiguió la nominación al Goya al mejor director Novel en 1990.
Le siguieron “A los que aman”(1998) y “ Cosas que nunca te dije”(1995)por la que volvió a ser nominada a los Goya , esta vez al mejor guión original; pero fue con el largometraje 20º edición de los premios Goya con su siguiente películapero fue con el largometraje “Mi vida sin mi” (2003) donde consiguió el verdadero reconocimiento y de la cual ha cosechado más de 10 premios en diversos festivales de cine entre ellos el Goya al mejor guión adaptado, aunque también fue nominada a la mejor película y mejor director, premios que sí consiguió en la “La vida secreta de las palabras”(2005)
y en la que consiguió 4 de los 5 premios a los que estaba nominada.
Ha participado en la elaboración de “Paris je t´aime” en la cual realiza uno de los 6 capítulos de la que consta, y también ha realizado un capítulo para el documental “Los invisibles”(2007) producido por Javier Barden.

Tras rechazar la propuesta de Spielberg para dirigir “Memorias de una Geisha”, por fin Isabel dará el salto a Hollywood por encargo de la productora Lakeshore con carácter más independiente, con su próxima película “Elegy” que empezará a rodarse a finales de este mes en Vancouver y que es una adaptación de la novela de Philip Roth “El animal moribundo” obra en la que se tocan temas como la pulsión sexual, la decadencia física y la muerte. En el reparto participará Penélope Cruz.

Es una directora que a pesar de sus pocas películas ha sabido ganarse un lugar al lado de los grandes de nuestro cine y puede presumir del status artístico alcanzado.
En lo más profundo de sus películas pueden verse 2 realidades paralelas: el miedo a afrontar la vida, y deseo por conseguirlo, sus películas tienen siempre un compromiso social. Esto le ha hecho conseguir el Premio Mujer Europea 2006 ,
debido a su labor de denuncia de las violaciones de mujeres bosnias en su ultima película.

Es una directora que a pesar de sus pocas películas ha sabido ganarse un lugar al lado de los grandes de nuestro cine y puede presumir del status artístico alcanzado. Merito aún mayor teniendo en cuenta la “suerte” que corren las directoras de cine en nuestro país ya que a pesar de ser un gran numero sólo unas pocas han conseguido hacerse un hueco, es el caso de Iciar Bollaín, ganadora del Goya al mejor guión y dirección por “Te doy mis ojos”(2003), de la fallecida Pilar Miró (“El perro del hortelano”, “El crimen de cuenca”) o Azucena Rodríguez(“Entre rojas” , “Atlas de geografía humana” ).En cambio nos encontramos con otras muchas directoras que a pesar de haber cosechado premios con sus películas como es el caso de Rosa Vergués (Goya al mejor director novel en 1991 por “Boom, Boom”) Maria Ripoll, o Yolanda García con mas de 14 peliculas a sus espaldas como guionista siendo directora en 4 de ellas, y que no han logrado el éxito esperado ya que quizás aun nos encontremos en un mundo reservado para hombres en el que llegar a ser alguien cuesta mucho mas si eres mujer. Por suerte aquellas que ya lo han conseguido van abriendo paso y ayudando a eliminar las barreras.

Sus gafas de pasta y su pelo alborotado han hecho que podamos reconocer de inmediato, a una de las cineastas más interesantes del panorama actual y destaca su compromiso social y su capacidad para narrar problemas de la mujer, inmersos en sus filmes siempre con una inteligente sensibilidad. Ajena por completo a modas y compromisos, Isabel Coixet sigue su propio camino.

martes, 10 de abril de 2007

¿Estudiar cine o hacer cine?






El cine sólo será arte cuando los materiales de filmación sean tan baratos como el lápiz y el papel.
Esta frase de Jean Cocteau sirve como prólogo perfecto para explicar, o intentarlo al menos, la eterna pregunta a la que se enfrenta nuestro cine: ¿por qué el cine español va mal? A lo largo de este blog hemos hablado de algunos de los directores jóvenes más relevantes que han aparecido en el panorama cinematográfico patrio pero ahora queremos marcar un punto de inflexión y preguntarnos cuáles son las principales dificultades que encuentran los jóvenes creadores ya no sólo para hacer cine sino para poder estudiarlo o formarse. Todo esto repercutirá, por supuesto, en la creación de una cantera de cineastas que se dediquen a intentar renovar un arte al que también hay que considerar un negocio.
El problema principal al que se enfrenta cualquier persona que quiere estudiar cine en España es el dinero. Los precios de las matrículas y de los cursos son casi prohibitivos para cualquier persona de clase media y esto limita enormemente la formación cinematográfica a aquellos con poder económico solvente. Es aquí donde nos planteamos una pregunta clave en todo esto: ¿el cine se aprende o necesita un componente intrínseco vital que es lo que convierte a una persona en un auténtico cineasta? Es obvio que de las escuelas de cine salen grandes profesionales y se realizan grandes obras dentro de sus prácticas pero hasta que punto esto es justo para alguien con talento pero sin posibilidad de formarse en un centro privado es algo que hay que tener muy en cuenta de cara a este negocio. Alejandro Amenábar (Imagen y Sonido), Pedro Almodóvar (el underground madrileño), Isabel Coixet (licenciada en historia), Julio Medem (licenciado en medicina), Daniel Sánchez Arévalo (licenciado en empresariales), Álex de la Iglesia (licenciado en filosofía)...todos ellos tienen dos cosas en común: han conseguido trascender de meros directores a cineastas con una identidad propia y un nombre que consigue llevar al público a las salas, y ninguno ha pisado una escuela de cine. Esto es extensible a muchas otras cinematografías y demuestra que el componente básico para poder llegar a hacer un trabajo que perdure y crear una filmografía potente no se encuentra obligatoriamente en una escuela de cine.
Con todo esto queremos dar un toque de atención a muchas de las productoras de España ya que quizás el cine español no vaya todo lo bien que debería por la falta de oportunidades que se dan. Nos referimos principalmente al ámbito del cortometraje y a la explosión que ha vivido este en nuestro país en los últimos diez años. Consideramos que, ya que estudiar cine es algo reservado para muy pocos afortunados, el mundo del corto debería estar reservado como particular escuela de cine de aquellos que necesitan demostrar su talento pero con pocos medios. A veces la mejor manera de aprender y demostrar es rodando. No estamos hablando de que el cine se convierta en una anarquía, más ahora con la democratización que ha producido el vídeo digital, pero sí que se valoren más las ideas y la puesta en escena que la técnica utilizada; no nos olvidemos de cómo Amenábar consiguió dirigir Tesis habiendo realizado sólo tres cortos amateur en VHS pero donde ya se veía su gran capacidad de narración y de construcción de personajes. El problema principal es que la mayoría de oportunidades que se dan en España se reservan para los cortos rodados en cine, casi todos salidos de las prácticas de las escuelas de cine, por lo que ya no sólo se crea un puente entre el aspirante a cineasta y poder hacer una película sino que también se establece otro entre esa misma persona y poder dirigir un corto en cine. ¿Por qué en cine? Porque los festivales donde se dan a conocer han optado en los últimos años por una discriminación, a menudo vergonzosa como ocurre en el Festival de Málaga, entre cine y vídeo, ya no sólo en la selección de obras sino en los premios en metálico (mucho mayores para cine que vídeo) o en la publicidad, un factor muy olvidado en nuestro cine.
Este auge del corto, en nuestra opinión, ha provocado la irrupción de grandes creadores en nuestro panorama cinematográfico, aunque algunos como Koldo Serra han demostrado luego su incapacidad para afrontar con éxito un largometraje, pero también un progresivo olvido de todos aquellos que hacen verdaderas maravillas en vídeo pero que no pueden hacerse oír. En este aspecto destacamos el concurso Fotogramas en corto. La primera edición de este festival fue ejemplar, no sólo ganó una obra rodada en vídeo, Manolito Spinberg, sino que se dio cabida a cine y vídeo por igual premiando sobre todo las buenas historias. Además permitió la difusión masiva, con la entrega del DVD con la revista de cine más leída en España, de nuevos creadores, muchos de los cuales no habían podido dar salida a sus cortometrajes hasta ese momento. Supuso una gran oportunidad y una gran lección para muchos ya que se valoraba algo más que haber rodado en celuloide. En las dos ediciones siguientes todo esto se ha caído por tierra con una selección de cortos de gran presupuesto que han apagado por completo la voz de aquellos que sólo pueden demostrar de lo que son capaces en vídeo. Todo un lamentable paso hacia atrás de lo que había nacido como una gran oportunidad para la promoción de nuevos talentos.
Es indudable que el buen cine no entiende de formatos pero, por eso mismo, deberían plantearse las grandes productoras de España mirar un poco más hacia el vídeo. Puede que la textura de la imagen no sea la misma, que no haya actores famosos ni una buena fotografía, que el director nunca haya pisado una escuela de cine…pero se puede ver mucho talento en ese formato, quizás en ocasiones más que en cualquier centro privado donde se forman a muy pocos privilegiados. Quizás muchos de los productores españoles no deberían olvidar de donde salieron los dos directores de cine españoles más importantes de los últimos veinte años: Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar.